mi nórdico me ha dejado. ya no me calienta, se enrolla en mis piernas, se escurre dentro de la funda y se desentalla de la cama por el puro placer de joderme. me di cuenta el sábado, cuando pasé una de las noches más frías de las que recuerdo a pesar de estar resguardada bajo suyo. cuando me desperté le miré y él me devolvió su rictus incómodo, espetándome en silencio el asco que yo le producía y las ganas que tenía de perder mi cuerpo de vista.
no sé qué he hecho para que ahora me trate así, él sabe que no voy a poder comprar otro, él era mío. le he otorgado mis peores noches, mis más bajos pensamientos. la confianza me ha permitido dormir desnuda, le he confiado el contacto más extenso con mi piel que nadie ha podido tener. conoce mis patadas nocturnas, mis palabras entrecortadas, mis placeres, mis lecturas interminables, mis siestas gatunas.
como una viuda triste que no quiere reconocer en voz alta la falta de compañía, he traído dos mantas nuevas a mi cama para engañarme. no ocupan su lugar, las he puesto encima del nórdico antes amante. tengo miedo de que les coma la cabeza a ellas también.
estoy pasando horas malas. el hijo de puta sabe que no puede irse hasta primavera y trata de hacerme las noches imposibles.
2 comentarios:
que nórdico tan malo
ya ves... él, q fue bueno y cariñoso, ahora me ha pegado la patada :(
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