aun más historias para no dormir

insurrectos

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lo que parecían pequeñas insurrecciones sin importancia se han convertido en una huelga general. primero se manifestaron en un punto clave de mi estructura, el dedo pequeño mi pie izquierdo. una rozadura inexplicable destinada a desaparecer con un soplo de aire se infectó en silencio la muy hija de puta. el médico me recetó una crema antibiótica que me pongo una vez al dia (en el pie y en el corazón, por si apaña algo por vía tópica). pero mi cuerpo no se dio por vencido. su plan B era aun mas silencioso que el primero, porque no hay nada mas silencioso que la noche. un par de veces cada madrugada mis ojos se abren solos y tardan una eternidad en cerrarse, dándome la genial oportunidad de pensar en mis problemas y oscuridades sin interrupción alguna. rienda suelta a mis cavilaciones, muy recomendable. en su calendario, los insurrectos tenían marcado para el 26 de febrero la explosión final que llamara mi atención y me jodiera hasta el infinito. son pocos pero eficaces. desde primera hora han concentrado sus esfuerzos en retorcer cada músculo contracturado del lado izquierdo superior de mi espalda. sin miramientos ni vergüenza, desoyendo mis quejas y lamentos, ciegos en su propósito y trabajadores como chinos. ahí los tengo. vale tíos, me he cansado. no puedo más. decidme qué queréis, mandadme un mail, escribid vuestras peticiones en mi brazo con el trazo de mis arterias, vosotros que estáis dentro. solo os pido que no maltratéis a mis órganos esquiroles y a mis extremidades perezosas que no se han sumado a vuestra huelga. negociaré con quien haga falta para acabar con esto.



2 comentarios:

Mrs.Hopper dijo...

negociar sin duda será lo mejor. Cuídate preciosa

silk dijo...

al final no me han hecho llegar ningún manifiesto, me encuentro a la espera ^^
un beso enooorme mami.

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