aun más historias para no dormir

de haber sabido que eras quien eres

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hubiera preferido que la primera vez que fui consciente de tu existencia (hablaste y me giré, sorprendida por tu voz) alguien me hubiera dicho que ibas a ser quien eres. yo no tardo en querer a las personas, pero sabiendo quien eres, habría acelerado mi propio proceso y habrías sido caritín desde el primer día. habría escudriñado desde el primer minuto en tu ceño fruncido para saber de tí. ese gesto que a veces tuerce tu cara y engaña a quien no te conoce, que oculta una risa estentórea y agradecida que ilumina habitaciones, llena espacios vacíos y contagia a otros ceños fruncidos como el mío. si hubiera sabido que eras quien eres, habría planeado contigo estrategias para conquistar monarquías de un beso (imperios de una noche) a los treinta segundos de verte. podrías haber contado conmigo antes, te habría tendido mi abrazo y mi calor, mi casa y todo mi tiempo. de haber reconocido en ti a quien eres ahora, contaríamos con el triple de risas en nuestros estómagos, con el cuádruple de batallas vividas y quién sabe cuantos más viajes en coche (tus periplos...). podríamos haber multiplicado los momentos en los que me he encontrado en tus ojos y tu en los míos, en los que has sido 'nuestro hombre' y nosotras, tus ovejas descarriadas. en los que te he necesitado y has estado, sin querer agradecimientos, en los que me has necesitado y espero haber estado.



pero no importa.


ya sé que adivinas este párrafo que viene, pero mereces leerlo. hace tiempo que sé quien eres y saberlo llena de felicidad a quienes te rodeamos. me hace sonreír pensar que si bien no estabas cuando cumplí quince años, estarás cuando cumpla treinta. es brutal imaginar todo lo que nos va a pasar en el futuro y que siempre voy a poder compartirlo contigo, porque será más mejor si tú estás riéndote cerca de mí (de nosotras). feliz cumpleaños, caritín.

dios

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siento como si creyera en dios. debo confiar de forma ciega y sin dudas en un futuro prometedor, sin turbaciones exageradas, que me hará sonreír como me pedía anoche Jimmy. todos me hablan de esa próxima época sin vacilar, como algo certero como un disparo. yo lo veo lejano, improbable, complicado y estúpido, ¿cómo voy a ser feliz porque sí? ¿dónde está escrito? yo solo pienso en historias truncadas y desgraciadas, en personas depresivas, destrozadas y sin luz. ellos están más presentes que esa alegría que mis amigos me pronostican. ¿por qué conmigo debería ser diferente? sin evidencias, sin razones de peso, estoy levantándome cada mañana dando todo mi esfuerzo a esta causa intangible. por eso parece que crea en dios.

...

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hace frío, el aire helado tiñe mis mejillas de rojo y mis labios se cortan cada vez que me río. con los brazos cruzados me revuelvo dentro de la ropa buscando el calor que se esconde entre los pliegues. la luz debería caer siempre así; tan brillante, tan difuminada, tan inaguantable. detrás de esta fiesta que me apasiona el sol pide su protagonismo y el agua le concede el reflejo, pero no por mucho tiempo. él mismo sabe que ese sanguíneo naranja es temporal y por eso se muestra tan orgulloso. siento que me graban a doce frames por segundo, el viento me golpea suavemente la cara, mi (escaso) pelo juguetea con el viento, estoy preciosa. llevo tanto rato mirando hacia delante... soy consciente de que es un regalo perfecto, lo saboreo, lo grabo en mi memoria para siempre. estoy helada pero soy feliz así.

 

blue moon

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me gustan los rituales, las costumbres establecidas de forma tácita y muda, respetadas por encima de cualquier cosa. como cualquier domingo estábamos en la bañera a esa hora indeterminada de la tarde en la que aun sientes que tienes tiempo para todo. --- aquello no tenía nada de sexual, por lo menos durante ese rato. éramos tu, yo y el agua, los tres durante dos horas, hablando frente a frente. yo me exfoliaba la piel, luego si te dejabas también limpiaba la tuya con un mimo maternal, todo eran espuma y palabras. --- de pronto recordaste que querías que escuchara algo que acababas de componer, no podías esperar a que terminara nuestro rato de bañera. aquello me disgustó, creía que disfrutabas de la inviolabilidad del agua conmigo y saliste de un salto a por tu guitarra, mojando la mitad de la casa. te sentaste de nuevo en el borde de la bañera, yo te miraba tranquila y paciente, sin gafas siempre me apaciguo, quería escucharte antes de empujarte de nuevo al agua. entonces escuché una canción triste, dulce, melosa, llorosa, perfecta y sideral. la acústica del baño la hizo llegar aún más al centro de mi ser y volví a mojar mis mejillas con mil lágrimas. --- así te imagino.

{}

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me repugna la idea de tener que cuidarme para no caer. esforzarme por no llorar, hacer listas de aspectos negativos, revisar mi estado de ánimo y tratar de endurecerlo. es demasiado sencillo abandonarse a las lágrimas y vago por ese camino sin darme cuenta, visitando la autocompasión, el victimismo y el catastrofismo con una rapidez 'envidiable'. donde quiera que estés, tranquilidad, ven ya a por mí, te espero impaciente. parecía que estabas cerca pero te retrasas, cabrona.