quien me iba a decir que con veinticuatro años volvería a tener siete. la única lógica que funciona en mi cabeza se traduce en empujones, en palizas, en bofetadas en la cara. bulle en mi interior la necesidad de romper cristales de coches, pinchar ruedas, rallar carrocerías con una llave. ¿dónde quedó la madurez, la reflexión o la resignación elegante? creo que quedé con ellas alguna tarde en la fnac y no fui. sin esas tres señoras apoltronadas en mi cabeza solo quiero sacar ojos, morder con mala ostia, insultar a boca llena. el problema es que esa niña gritona se queda dentro de mí, la rabia se amontona y tengo miedo de que se me salga por los poros esa asquerosidad que fabrico incansable. inocente, esa misma cría que me habita espera que ocurra algo muy bueno que achante su humor. las dos lo esperamos.
Hace 6 horas
2 comentarios:
El desfile y los fuegos artificiales estan muy cerca, preciosa. :)
fijo que si :))) que vengan pronto, por dios! :)
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