vendo miel y leche. los tarros llenos, rebosando, los he sellado con la lengua. su cristal es el más fino que he podido encontrar y su apariencia delicada engaña, son peores que la heroína. no hay nada más dulce ni más denso, puro almíbar, la quintaesencia de mi pastelería corporal. te reto a que halles algo que emborrache más que lo que puedo ofrecerte. son colchón, cobijo y alimento, podría no necesitar otra cosa para abrir los ojos. vendo miel y leche porque me sobran, porque las fabrico por decenas, porque me ciegan y me ensordecen, me hacen lenta e inútil, me provocan demasiadas sonrisas tontas por segundo, me sonsacan del subconsciente alucinaciones extrañas en las que todo funciona.
Hace 4 horas
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