a veces intento saber cómo oléis. me acerco un poquito, aspiro con fuerza. si tengo suerte y estáis de espaldas vuestra nuca despide todo el aliento que necesito. también me valen las sienes, los brazos, el cuello. pero es muy complicado, no puedo aproximarme tanto sin recibir una mirada sorprendida (y en ocasiones sonriente), así que tengo que ser sigilosa, miraros de frente y fingir que me interesa lo que me estáis contando. o aprovechar vuestro silencio o una conversación con otra persona para convertirme en la hembra caníbal. las personas son muy maniáticas de su espacio vital y aun así corro el riesgo de invadirlo y de rozaros por lo milagroso/luminoso de ese instante en el que logro captar eso. ese aroma tan personal que me excita como ninguno y que lleva a mi cabeza setencientas formas de acercarme mejor a ese olor. en un segundo me veo recorriéndoos con la punta de la lengua, con las mejillas, buscando y exhalándoos, impregnándome entera, emborrachándome para luego olisquearme y encontraros en mis manos.
Hace 4 horas
2 comentarios:
Envidio esta entrada...
:$
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